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La alimentación es la mejor medicina.

¡Cuánto dinero nos gastamos al año en medicamentos! Usamos medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, para relajarnos, para dormir mejor… Estos medicamentos son química pura y la mayoría de la población no sabe qué componentes lleva lo que se está tomando ni las contraindicaciones que puede tener (porque el apartado de efectos adversos del prospecto nos lo saltamos).

Muchas de las dolencias que nos llevan a tomar medicamentos podrían desaparecer con unos buenos hábitos alimenticios. Las propiedades de los alimentos cuidarán de forma natural los órganos de nuestro cuerpo, previniendo la aparición de algunas enfermedades o molestias. Y cuando hablo de alimentos, me refiero a alimentos saludables, naturales, materias primas, no a alimentos preparados o procesados. Cuanto más procesado esté un alimento, más propiedades naturales ha perdido en el camino.

Llevar una alimentación saludable, llena de alimentos naturales o materias primas, evitará que llenemos nuestros órganos y nuestra sangre con elementos químicos, algunos incluso tóxicos, que puedan perjudicar a  nuestro cuerpo. No se trata de perder peso (que es una consecuencia directa de comer saludable) sino de cuidar nuestro estómago, nuestro tránsito intestinal, nuestro flora bacteriana, nuestro hígado, nuestra sangre, etc.

Por eso es mucho mejor invertir el dinero en alimentos de calidad, naturales, de procedencia cercana, ecológicas y/o de producción local. Si invirtiésemos en nuestra alimentación mejoraría mucho nuestra calidad de vida. Al fin y al cabo, aunque estos alimentos puedan ser más caros (no todos), es dinero que te estarás ahorrando en futuras pastillas, cápsulas, jarabes, protectores de estómago, inyecciones, rehabilitación…

Empecemos por comer más frutas y verduras diariamente, incluyendo infusiones. Sólo con esto estamos dando un gran paso. Parece sencillo pero para muchos no lo es. También podemos intentar encontrar vendedores locales para comprar dichas frutas,  verduras, huevos o incluso carne de pollo, de pavo, de ternera o cerdo. Dependiendo de la zona donde vivas será más fácil encontrar de un tipo o de otro, pero de una cosa estoy segura. Esos alimentos contendrán muchos menos químicos (por ejemplo pesticidas) que los que provienen de grandes extensiones de cultivo o de empresas con enormes granjas de engorde.

Os recomiendo, si os interesa llevar una alimentación saludable para cuidar tu salud, que sigáis el trabajo de profesionales que os pueden ayudar e inspirar en este proceso.

El dietista y nutricionista Aitor Sánchez a través de sus redes sociales, apariciones en televisión y radio, su blog y sus libros propone una alimentación llena de materias prima y desmitifica muchas creencias que tenemos muy arraigadas sobre ciertos alimentos o hábitos alimentarios.

Mi dieta cojea

Twitter de Aitor Sánchez

Instagram de Aitor Sánchez

Nutrición en rtve

Canal del Youtube de Aitor Sánchez

El cocinero Juan Llorca trabaja en un colegio infantil en Valencia, y también a través de sus redes sociales, sus talleres y sus ebooks nos acerca a una cocina tradicional y transgresora al mismo tiempo, llena de frutas y verduras, recetas para niños y mayores. Promueve la alimentación saludable en las escuelas.

Juan LLorca

Instagram de Juan Llorca

Canal de youtube de Juan Llorca

Y el dietista y nutricionista Carlos Ríos ha creado todo un movimiento a favor de la «comida real», fomentando la comida casera y desterrando los alimentos procesados o precocinados.

Real Fooding

Twitter de Carlos Ríos

Instagram de Carlos Ríos

Canal de youtube de Carlos Ríos

No hay excusa, tenemos toda la información a un clic de distancia. ¡Vamos a por ello! Por nosotros y nuestra salud.

Una ‘SIN’, por favor.

Uno de los primeros hábitos que tuve que cambiar al quedarme embarazada fue dejar de beber alcohol. Como tenía un motivo muy potente, no me costó mucho esfuerzo. De hecho, hoy que soy madre en pleno periodo de lactancia ni se me pasa por la cabeza beber ninguna bebida alcohólica. Aunque, para ser totalmente sincera lo único que, en ocasiones, echo de menos es tomar una copa de vino acompañando una buena comida.

Durante estos meses de embarazo y maternidad me he visto en la tesitura de no saber qué tomar, bien porque todos a mi alrededor bebían copas o bien porque estaba harta de seguir bebiendo lo mismo. Como imagino que habrá muchos igual que yo, voy a mostrar cuales son mis alternativas en casa y en la calle para no beber alcohol.

Empecemos por los bares, pubs o restaurantes. En una buena comida o de tapeo bebo cerveza 0.0 y agua. La mejor cerveza sin alcohol que he probado es la Heineken 0.0, tiene el sabor muy conseguido, no parece una sin alcohol. Y no me gusta el tinto de verano sin alcohol así que esas son mis dos opciones habituales. Excepcionalmente pido un refresco, también pueden tenerse en cuenta. A la hora del café tomo café descafeinado sin ningún problema. Y cuando llega el momento copas utilizo alguna de estas alternativas (depende del establecimiento donde esté):

– Infusión de frutas del bosque o de rooibos de fresa. Cuando está lista la paso a un vaso con hielo y me la tomo fresquita.

– Agua o refresco del sabor que más me guste: cola, limón, melocotón, naranja…

– Cocktails sin alcohol: san francisco, mojito sin o el que tengan que tenga buena pinta.

En casa suelo tener, además de agua e infusiones, igualmente cerveza 0.0 y vino sin alcohol para ocasiones especiales. Sí sí, vino sin alcohol. Lo descubrí durante el embarazo y lo compré para las comidas y cenas de navidad. La marca «WIN»  tiene una gama de vinos sin alcohol muy completa: vino tinto, blanco, verdejo y rosado. Además colabora con la Asociación Española contra el Cáncer y por cada botella vendida se destina un porcentaje a los proyectos de dicha asociación. Por lo que, además de cuidarte, aportas tu granito de arena a una buena causa. 🙂

A veces puede parecer que tienes pocas opciones, pero, si nos paramos a reflexionar un poco, somos animales de costumbres y acabamos bebiendo lo mismo una y otra vez. Así que el aburrimiento no es una excusa jeje.