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5 falsas creencias sobre la lectura

El mes de abril es el mes de los libros. Celebrábamos el Día Internacional del libro Infantil y Juvenil el pasado 2 de abril y el 23 de abril celebramos el Día Mundial del Libro.

Por este motivo, hablaré sobre lectura y libros en esta y próximas publicaciones. Hoy repasaré 5 creencias falsas sobre la lectura y los libros.

1. Los niñ@s deben aprender a leer en la etapa de Educación Infantil.

¡Error! En la etapa de Infantil se le hace un acercamiento y sensibilización a la lectoescritura. Los niños aprenden a leer según su desarrollo madurativo. Hay niños que a los 4 años ya empiezan a leer pero otros no lo hacen hasta los 6 años. Y nunca debemos forzarlos, sino acompañarlos en dicha evolución. Aprender a leer no aparece formalmente como un objetivo educativo hasta primero y segundo de Primaria.

2. No me gusta leer.

¡Error! A todos nos gusta leer, pero no a todos nos gusta leer lo mismo ni de la misma forma. Debemos encontrar qué es lo que nos gusta para poder disfrutar de la lectura. Puede que no te gusten las narraciones y prefieras los cómics o novelas gráficas. También puede ocurrir que el problema no sea el formato sino la temática. Puede que prefieras el terror a la novela de aventuras o la ciencia ficción frente a la novela histórica. Quizás tu punto de enganche sea la novela erótica o los thrillers. O puede ser que sólo te guste leer sobre fútbol: biografías de grandes jugadores, entrevistas a entrenadores, artículos sobre diferentes jugadas… o leer chistes. Sea cual sea, encuéntralo y aprovéchate. Hay todo un mundo por descubrir.

3. A mi hij@ no le gusta leer.

¡Error! Este caso es diferente, cuando un niño no muestra interés por la lectura es porque no se les ha motivado lo suficiente. Los niños aprenden por imitación e interacción con su entorno. Tienen que ver a personas de su entorno leyendo de forma habitual y tienen que participar de la lectura. Al igual que nos piden jugar con ellos todos los día y finalmente aprenden a jugar solos, de la misma forma leer juntos de forma divertida le ayudará a disfrutar de la lectura solos.

4. El libro electrónico es mejor que el libro en papel.

¡Error! Greenpeace responde a este mito afirmando que, si bien se ahorra en papel, los desechos electrónicos en los que se convierte y las sustancias tóxicas con las que se fabrica resultan una amenaza para el medioambiente y nuestra salud. Además, ¿conoces el síndrome de la pantalla de visualización (SPV)? Aquí 👈 os dejo la web donde lo explican muy clarito. Utilizar el libro electrónico así como cualquier aparato de pantalla durante demasiado tiempo es perjudicial para nuestra vista.

5. Yo no tengo tiempo para leer.

¡Error! Para leer sólo necesitas ganas y tener el libro a mano. Como ya expliqué en la publicación anterior ‘microhábitos‘ 👈, no hace falta estar horas leyendo, puedes leer durante cortos periodos de tiempo (de 3 a 5 minutos al día es mi microhábito). Y tener el libro o los libros cerca te ayudará a aprovechar esos minutos en blanco que aparecen en el día: los minutos que esperas en la parada del tren/bus, los minutos que tarda la comida en calentarse, los minutos que esperas a que llegue una visita, los minutos que estás en el baño (je, je, ¡cuánta literatura se cultiva en el baño!), etc.

Leer cultiva nuestra mente. Es una afición con múltiples beneficios para nuestro cerebro y nuestros bienestar. Dejemos de poner excusas. En este mes de abril, vuelve a la lectura. 📖

La cuarentena

La cuarentena son los cuarenta días inmediatamente posterior al parto. Se supone que en esos cuarenta días tu cuerpo se recupera de las secuelas del parto y el bebé se adapta a su nueva vida fuera del útero materno. Pues en mi experiencia puedo decir que la cuarentena es un mito. Antiguamente no sé si de verdad se notaba el cambio producido antes y después de la cuarentena, pero hoy en día yo no he notado nada especial (y otras madres con las que he hablado tampoco lo saben). Las personas mayores te dicen en múltiples ocasiones frases como: «hasta que no pase la cuarentena no se aliviará» o «mejorará cuando pase la cuarentena». Definitivamente es una forma de hablar.

Cada cuerpo es diferente y  necesita un tiempo de recuperación diferente. Hay quien dice que hasta un año después del parto no se recupera del todo, o incluso dos años. La recuperación depende de muchos factores: edad, número de embarazos anterior, parto natural o cesárea, estado de salud, alimentación, etc. En mi caso, por ejemplo, los loquios (sangrado tras el parto) desaparecieron a las tres semanas aproximadamente sin embargo la cicatriz ha tardado más en cerrarse.

Con respecto al bebé, cada semana de vida conlleva nuevos aprendizajes y el desarrollo o madurez de algún aspecto de su cuerpo. Y tal y como pasa con las mamás, cada niño evoluciona a su ritmo. Quien te diga que después de la cuarentena se le pasarán los gases te está mintiendo, o que dormirá mejor… mentira. Hay problemas que se solucionan solos con el tiempo, por ejemplo los pequeños granitos o puntitos rojos que le salen al bebé en la cara y el cuello los primeros meses de vida; pero hay otros que por mucho que pasen cuarenta o cincuenta días no se van a solucionar si los padres no ponemos remedio, como el problema de los gases.

En definitiva, la cuarentena es una medida de tiempo que en lo referente a la maternidad no sirve para nada ni mide nada, según mi experiencia. Cada cual tiene sus tiempos, que deben ser respetados por uno mismo y por su entorno.

Próximamente subiré algunos posts sobre aspectos del embarazo y/o la maternidad que me resultan interesantes y algunos que no se conocen mucho. Espero que os ayuden, inspiren y entretengan.