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7 claves para educar a un niño en la igualdad.

Como madre de un niño varón, tengo una gran responsabilidad para con las mujeres de nuestra sociedad: educarlo para un futuro en el que celebrar el Día de la Mujer el 8 de marzo tenga cada vez menos sentido. Un futuro en el que la igualdad sea tan evidente que no haya que reivindicarla. Educar el hombre del mañana.

Plantar la semilla de la igualdad ahora, en sus primeros años de vida, le permitirá crecer con unos valores sólidos. Valores que no se tuerzan a través de los años, y que lo lleven a ser un hombre justo y respetuoso en el futuro. ¿Cómo? Aquí os dejo algunas propuestas.

  1. Juguetes. Elegir juguetes según las preferencias del niñ@ y su valor educativo en vez del género. Los niñ@s puede jugar con un coche, un carrito de bebé, una pelota o una escoba indistintamente.
  2. Disfraces y juegos. Al igual que con los juguetes los niños pueden disfrazarse y jugar a ser la persona o personaje que le apetezca, independientemente de su género. Una niña puede disfrazarse de Spiderman y un niño de Vaiana.
  3. Ropa. Vestir a nuestros hijos con variedad de colores y texturas desde que son bebés. Desterremos el rosa para las niñas y el azul para el niño. Hay muchos colores, ¡démosle un poco de alegría al armario!
  4. Lenguaje. Evitar frases como ‘los hombres no lloran’ o ‘eso no, que es de niñas’. También otras como ‘un hombre es más fuerte que una mujer’ o ‘es cosa de hombres’. Y, por supuesto, dejar de usar términos como ‘nenaza’, ‘mariquita’, ‘tierno’, ‘machorra’, etc.
  5. Grupos mixtos. Hacer siempre parejas y/o equipos sin diferenciar en género, así se acostumbrará a prestar atención a las cualidades de la persona más que en si es niño o niña, hombre o mujer.
  6. Educación. Por supuesto, una buena educación dentro de la casa familiar donde prime el diálogo, la corresponsabilidad en tareas del hogar y el respeto. Los niñ@s deben participar en la vida doméstica desde pequeños, según sus capacidades y no según su género, y ser un miembro activo en las dinámicas familiares. Todos deberíamos aprender a poner una lavadora y plancharnos la ropa, nunca sabemos cuándo nos puede hacer falta.
  7. Contacto físico. Nunca forzar el contacto físico con otras personas (excepto en casos de emergencia, claro), ni siquiera los besos a la abuela. Los niñ@s deben aprender que ellos son los dueños de su cuerpo y nadie debe invadir ese espacio sin su consentimiento. También aprenden así a respetar el cuerpo de los demás.

El camino no es fácil pero merecerá la pena si las nuevas generaciones no caen en hábitos anticuados e irrespetuosos, y las mujeres del futuro puedan ir por la calle sin que las aborden con frases inapropiadas, por ejemplo, o estar en una discoteca sin que le pellizquen en culo o conseguir unas condiciones laborales igualitarias.

¡Feliz 8 de Marzo a tod@s!