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Meriendas saludables y frescas para toda la familia.

Las tardes de este mes de julio están siendo duras. El calor aprieta y arde el ambiente, al menos aquí en el sur. Por eso apetece tomar meriendas fresquitas. Sin pretensiones de exponer recetas elaboradas, os voy a enumerar a continuación mis top 10 meriendas sencillas, frescas y saludables.

Excepto la que lleva café, todas son aptas tanto para niñ@s como para adult@s, sólo hay que cambiar la manera de presentarlo o cortarlo.

  1. Una rodaja de sandía cortada en dados. Es la fruta que más me gusta en verano.
  2. Un melocotón amarillo cortado en dados.
  3. Un rodaja de melón.
  4. Pan tostado con queso fresco.
  5. Un racimo de uvas cortadas acompañadas de un trozo de queso curado.
  6. Un vaso de café solo con hielo acompañado de unos dátiles.
  7. Leche fría (de vaca o vegetal).
  8. Leche fría con una cucharada de cacao (no colacao, sino cacao puro desgrasado).
  9. Una infusión de rooibos de fresa o fruta del bosque servida bien fría, con hielo.
  10. Zumo de tomate.

Espero que te haya gustado e inspirado esta propuesta de meriendas frescas para las tardes de verano. ¿Cuál es la que más te gusta? ¿me recomiendas otras meriendas sencillas, frescas y saludables? Si te gusta, apoya esta publicación y compártela.

Desayunos infantiles ¿saludables?

En esta publicación me gustaría hacer una llamada de atención sobre las orientaciones que te facilitan los centros escolares para el desayuno de los niñ@s. Hoy en día todavía se reparte el típico papel recomendando zumo con galletas o batido con cereales, a sabiendas de que son opciones hiperazucaradas.

Puedo entender que la gente que no le interese el tema de la nutrición y alimentación no sepa cuáles son las mejores opciones y acabe repitiendo el patrón que vivió de pequeño. Pero los profesionales en nutrición y enseñanza de niños deberíamos estar actualizados. En nuestro poder está la posibilidad de mejorar la enseñanza y la calidad de vida de los más pequeños.

La fruta es la opción más saludable para cualquier menú, sea infantil o no. Parece ridículo entonces que aparezca solamente una vez a la semana en las sugerencias de desayunos para el cole. Sería mejor opción proponerla varios días o como acompañamiento de otro alimento. Por ejemplo se podría acompañar el día que toca lácteos con una fruta y las opciones serían muy variadas y saludables: queso + uvas, yogur + fresa, leche + plátano…

Por otra parte, cuando se propone ‘zumo con galletas’, aunque todos sabemos que los zumos naturales y las galletas caseras son las más saludables, al final la mayoría de la gente acaba compañero zumo de bote y galletas con azúcar. Si eso se sabe, eliminen por favor dicha propuesta. Es mejor especificar ‘fruta y dulce casero’, y así nos aseguramos que los niños (y ya de paso los adultos) coman más natural.

Hay muchos profesionales de la nutrición hoy en día facilitando en sus redes sociales recetas y opciones saludables para los más peques de la casa. Algunos de ellos, que ya he recomendado anteriormente, son Aitor Sánchez y Juan Llorca. Promovamos entre todos un cambio en nuestras escuelas. Promovamos salud, promovamos vida.

Como madre afectada y profesional de la enseñanza yo propondría las siguientes opciones. Por favor, que me corrijan si estoy cometiendo algún atentado contra la salud.

El lunes evitaría la fruta, porque muchas familias hacen la compra durante la semana, y la fruta no les aguanta hasta el lunes de la semana siguiente. Y el viernes elegiría solo fruta, para compensar los posibles excesos de grasa y azúcar que surjan en el fin de semana. Los bocadillos no sólo se pueden tomar de chacina, hay otras alternativas: lechuga+atún, hummus, queso fresco, caballa + pimiento, aceite + tomate, tortilla… Y, por supuesto, tomar agua. Aunque parezca mentira, hay niñ@s que van al cole sin agua, y hasta que no van al patio no beben nada en toda la mañana.

En fin, queda mucho que recorrer en este camino, pero este es mi granito de arena. Un cambio es necesario, por nuestro futuro #porunaescuelabiennutrida .

No es más limpio el que más limpia…

… sino el que menos ensucia.

Como algunos sabéis, estoy leyendo en libro ‘Dieta y Cáncer‘ de Julio Basulto y Juanjo Cáceres. Libro que recomiendo a todos por su fácil lectura y la claridad con la que explica cómo puede la alimentación ayudar a prevenir el cáncer y/o a paliar los efectos secundarios de un tratamiento oncológico. Y uno de los grandes mensajes del libro es que nos hace más daño un mal hábito que nos beneficia uno bueno. El impacto de una mala conducta es mayor que la de una buena. Por este motivo, obtenemos mejores resultados cuando evitamos comer ciertos alimentos que no son saludables que cuando incorporamos buenos alimentos a nuestra dieta. ¡Cuidado! No quiere decir esto que no debamos comer sano, al contrario, el libro promueve una alimentación basada en alimentos naturales, sobretodo fruta, verduras, legumbres y hortalizas. Lo que quiere decir es que nuestro cuerpo va a agradecer más que le libres de agentes perjudiciales que de comer alimentos beneficiosos. Por ejemplo, supongamos que una persona merienda cada día un pastel de chocolate. Será mejor eliminar ese pastel diario que seguir tomándolo y a media mañana comer unas nueces, que son muy sanas. El beneficio de las nueces no equilibra el daño del pastel de chocolate. O seguro que conoces a algún fumador/@ que vaya al gimnasio. Dejar de fumar será una medida más efectiva para mejorar su forma física que ir al gimnasio más veces a la semana. Por tanto, mejor centrarnos en eliminar lo malo que en mejorar lo bueno.

Con el cuidado al medioambiente pasa lo mismo. Por mucho que reciclemos (que debería hacerlo todo el mundo), el planeta se conservará mejor si nos centramos en reducir la cantidad de basura que generamos que si tiene que gestionarla en vertederos, plantas de reciclaje o fábricas. Recordad que en la frase «Reducir, reutilizar y reciclar«, reducir va en primer lugar. De ahí que haya muchas iniciativas y movimientos ‘zero waste’ o zero desperdicio. Esta filosofía de vida se basa en producir la mínima basura posible en tu día a día,y así ensuciar menos nuestro entorno. Os dejo varios enlaces sobre ‘zero waste’ por si os interesa. ¡Hay gente que es capaz de meter toda la basura de un año en un bote! ¡Impresionante!

¿Qué es Zero Waste?

Tienda online «Zero waste»

Buscador de tiendas físicas «Zero Waste»

Ya sabéis ‘No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia’. Ya sea sobre nuestro cuerpo o nuestro planeta, seguro que se te ocurre algún hábito o comportamiento negativo que podrías cambiar.

6 meses de Baby Led Weaning (alimentación complementaria autorregulada)

Para quien no conozca este nombre, el ‘Baby Led Weaning’ es un método de introducción de los alimentos que se basa en comer alimentos sólidos a demanda. La primera vez que oyes hablar del método te suena rarísimo, pero cuando ahondas un poco y conoces cómo aplicarlo y sus beneficios, el BLW (abreviatura de Baby Led Weaning) te engancha.

Aunque sigue siendo un gran desconocido para muchos, la AEPED (asociación española de pediatría) ya lo recomienda en su último informe sobre alimentación complementaria, en la página 15. Os dejo el enlace aquí 👈.

Es un método que se adapta al ritmo evolutivo del niño, es decir que un bebé puede empezar a comer con 6 meses pero otro quizás no empiece hasta los 8 meses. Es muy importante esperar a que el bebé muestre interés por la comida. Nunca debemos forzarlo a comer. Pues la intención es crear una buena relación entre el niñ@ y los alimentos, comer debe ser un momento agradable del día. De hecho mi hijo empezó a los 6 meses, pero a partir de los 8 observé un cambio importante.

Aplicando este método te olvidas de papillas, purés, batidora, termomix… ya que el niñ@ probará los alimentos en su forma original. Lo único que tenemos que hacer es adaptarle la dureza cociendo o hirviendo al vapor. Por ejemplo: patata cocida, manzana asada, calabacín a la plancha, pollo hervido… De esta forma el bebé comienza a reconocer el sabor de cada alimento. La verdad es que es muy cómodo.

Las cantidades que come las autorregula el propio niño, es decir que come lo que quiere según sus gustos y apetencia en ese momento. De hecho, mi hijo hay días que come casi nada y otros que come en todas las comidas del día. Pero puedo estar tranquila porque esto es alimentación complementaria, complementa su ingesta de leche (que debe ser su fuente principal de alimento durante, al menos, el primer año de vida). El BLW se compagina con la lactancia materna o leche de fórmula. De esta forma no existe el agobio que se produce cuando el niñ@ no come lo suficiente, pues está perfectamente nutrido y alimentado con la leche.

Debo reconocer que, tras 6 meses de aplicación del método, yo pensaba que mi bebé iba a comer más cantidad de sólidos y menos de leche. Pero, como he mencionado antes, hay que adaptarse al ritmo del niño así que sólo tengo que tener paciencia. Tal y como explica el doctor Carlos González en la conferencia sobre alimentación que os dejo aquí abajo, mi objetivo es a largo plazo: quiero que mi bebé aprenda a comer de forma autónoma todo tipo de alimentos. Y, según mi punto de vista, esta es la mejor forma de conseguirlo.

 

La alimentación es la mejor medicina.

¡Cuánto dinero nos gastamos al año en medicamentos! Usamos medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, para relajarnos, para dormir mejor… Estos medicamentos son química pura y la mayoría de la población no sabe qué componentes lleva lo que se está tomando ni las contraindicaciones que puede tener (porque el apartado de efectos adversos del prospecto nos lo saltamos).

Muchas de las dolencias que nos llevan a tomar medicamentos podrían desaparecer con unos buenos hábitos alimenticios. Las propiedades de los alimentos cuidarán de forma natural los órganos de nuestro cuerpo, previniendo la aparición de algunas enfermedades o molestias. Y cuando hablo de alimentos, me refiero a alimentos saludables, naturales, materias primas, no a alimentos preparados o procesados. Cuanto más procesado esté un alimento, más propiedades naturales ha perdido en el camino.

Llevar una alimentación saludable, llena de alimentos naturales o materias primas, evitará que llenemos nuestros órganos y nuestra sangre con elementos químicos, algunos incluso tóxicos, que puedan perjudicar a  nuestro cuerpo. No se trata de perder peso (que es una consecuencia directa de comer saludable) sino de cuidar nuestro estómago, nuestro tránsito intestinal, nuestro flora bacteriana, nuestro hígado, nuestra sangre, etc.

Por eso es mucho mejor invertir el dinero en alimentos de calidad, naturales, de procedencia cercana, ecológicas y/o de producción local. Si invirtiésemos en nuestra alimentación mejoraría mucho nuestra calidad de vida. Al fin y al cabo, aunque estos alimentos puedan ser más caros (no todos), es dinero que te estarás ahorrando en futuras pastillas, cápsulas, jarabes, protectores de estómago, inyecciones, rehabilitación…

Empecemos por comer más frutas y verduras diariamente, incluyendo infusiones. Sólo con esto estamos dando un gran paso. Parece sencillo pero para muchos no lo es. También podemos intentar encontrar vendedores locales para comprar dichas frutas,  verduras, huevos o incluso carne de pollo, de pavo, de ternera o cerdo. Dependiendo de la zona donde vivas será más fácil encontrar de un tipo o de otro, pero de una cosa estoy segura. Esos alimentos contendrán muchos menos químicos (por ejemplo pesticidas) que los que provienen de grandes extensiones de cultivo o de empresas con enormes granjas de engorde.

Os recomiendo, si os interesa llevar una alimentación saludable para cuidar tu salud, que sigáis el trabajo de profesionales que os pueden ayudar e inspirar en este proceso.

El dietista y nutricionista Aitor Sánchez a través de sus redes sociales, apariciones en televisión y radio, su blog y sus libros propone una alimentación llena de materias prima y desmitifica muchas creencias que tenemos muy arraigadas sobre ciertos alimentos o hábitos alimentarios.

Mi dieta cojea

Twitter de Aitor Sánchez

Instagram de Aitor Sánchez

Nutrición en rtve

Canal del Youtube de Aitor Sánchez

El cocinero Juan Llorca trabaja en un colegio infantil en Valencia, y también a través de sus redes sociales, sus talleres y sus ebooks nos acerca a una cocina tradicional y transgresora al mismo tiempo, llena de frutas y verduras, recetas para niños y mayores. Promueve la alimentación saludable en las escuelas.

Juan LLorca

Instagram de Juan Llorca

Canal de youtube de Juan Llorca

Y el dietista y nutricionista Carlos Ríos ha creado todo un movimiento a favor de la «comida real», fomentando la comida casera y desterrando los alimentos procesados o precocinados.

Real Fooding

Twitter de Carlos Ríos

Instagram de Carlos Ríos

Canal de youtube de Carlos Ríos

No hay excusa, tenemos toda la información a un clic de distancia. ¡Vamos a por ello! Por nosotros y nuestra salud.

Una ‘SIN’, por favor.

Uno de los primeros hábitos que tuve que cambiar al quedarme embarazada fue dejar de beber alcohol. Como tenía un motivo muy potente, no me costó mucho esfuerzo. De hecho, hoy que soy madre en pleno periodo de lactancia ni se me pasa por la cabeza beber ninguna bebida alcohólica. Aunque, para ser totalmente sincera lo único que, en ocasiones, echo de menos es tomar una copa de vino acompañando una buena comida.

Durante estos meses de embarazo y maternidad me he visto en la tesitura de no saber qué tomar, bien porque todos a mi alrededor bebían copas o bien porque estaba harta de seguir bebiendo lo mismo. Como imagino que habrá muchos igual que yo, voy a mostrar cuales son mis alternativas en casa y en la calle para no beber alcohol.

Empecemos por los bares, pubs o restaurantes. En una buena comida o de tapeo bebo cerveza 0.0 y agua. La mejor cerveza sin alcohol que he probado es la Heineken 0.0, tiene el sabor muy conseguido, no parece una sin alcohol. Y no me gusta el tinto de verano sin alcohol así que esas son mis dos opciones habituales. Excepcionalmente pido un refresco, también pueden tenerse en cuenta. A la hora del café tomo café descafeinado sin ningún problema. Y cuando llega el momento copas utilizo alguna de estas alternativas (depende del establecimiento donde esté):

– Infusión de frutas del bosque o de rooibos de fresa. Cuando está lista la paso a un vaso con hielo y me la tomo fresquita.

– Agua o refresco del sabor que más me guste: cola, limón, melocotón, naranja…

– Cocktails sin alcohol: san francisco, mojito sin o el que tengan que tenga buena pinta.

En casa suelo tener, además de agua e infusiones, igualmente cerveza 0.0 y vino sin alcohol para ocasiones especiales. Sí sí, vino sin alcohol. Lo descubrí durante el embarazo y lo compré para las comidas y cenas de navidad. La marca «WIN»  tiene una gama de vinos sin alcohol muy completa: vino tinto, blanco, verdejo y rosado. Además colabora con la Asociación Española contra el Cáncer y por cada botella vendida se destina un porcentaje a los proyectos de dicha asociación. Por lo que, además de cuidarte, aportas tu granito de arena a una buena causa. 🙂

A veces puede parecer que tienes pocas opciones, pero, si nos paramos a reflexionar un poco, somos animales de costumbres y acabamos bebiendo lo mismo una y otra vez. Así que el aburrimiento no es una excusa jeje.